1989 caía el muro de Berlin, la sonda espacial Voyager 2 se aproximaba a Neptuno y el primer game boy salía a la venta.

Durante aquel año el Dr. W. French Anderson del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, y el Dr. Steven Rosenberg del Instituto Nacional del Cáncer (EUA), recibían la aprobación para llevar a cabo el primer protocolo clínico con el objetivo de insertar un gen en un ser humano. Un año más tarde,  realizarían el primer ensayo clínico de terapia génica en una niña de 4 años.

Pero, ¿Qué es la terapia génica?

 

Un gen es la unidad básica y fundamental de la herencia, forma parte del ácido desoxirribonucleico (ADN) y está constituido por un número variable de moléculas denominadas nucleótidos. Su función es contener la información necesaria para generar una proteína. Las proteínas son uno de los cuatro bloques fundamentales de toda la vida y tienen una estrecha relación con todos los mecanismos que le permiten a un organismo vivir. 

Podríamos considerar a los genes como libros en una biblioteca que contienen distinta información de diversos temas. Las proteínas serían, por consiguiente, la información que el lector interpreta a través del lenguaje y el estilo del autor. Incluso pueden existir variantes; así como no todos los libros de un tema son iguales, no todos los genes, aunque generen una proteína para una misma función, son homogéneos. Sin embargo, en algunas ocasiones, al igual que en los libros a los que se les han arrancado las hojas o cuya redacción resulta confusa, los genes pueden sufrir o heredarse con modificaciones (la mayoría inofensivas). Sin embargo, en algunos casos, las modificaciones resultan en una proteína que no cumple con su función o la desempeña de manera deficiente. Es entonces cuando aparecen, en la mayoría de los casos, las enfermedades.

Al igual que ocurre habitualmente en las bibliotecas, si un ejemplar sufre un daño y este resulta irremediable, un gen podría reemplazarse. En algunos casos, como en el del Dr. French y el Dr. Rosenberg, el ser humano ha podido reemplazar algunos genes que comprometen la salud de sus portadores. Como fruto de cientos de investigaciones, se han desarrollado técnicas y metodologías que permiten proveer a un organismo de una copia sana del gen afectado. Sin embargo, hasta no hace mucho tiempo, suministrar el gen al tejido requerido era una tarea muy compleja, y ni hablar de lo complejo que resultaba producirlo en un laboratorio. Por fortuna, y como veremos más adelante, con el advenimiento de las nuevas tecnologías en ingeniería y edición genética, estas barreras se han ido superando poco a poco.

Se podría resumir entonces a la terapia génica como la implementación de genes en forma de herramienta terapéutica para tratar enfermedades adquiridas o heredadas.

Imagen. Esquema simplificado de las partes más elementales de la terapia génica. Creada a través de https://www.biorender.com/

La retina y algunas de sus enfermedades

¿Cuál sería la discapacidad que más se teme?

Esta pregunta se ha formulado en algunos estudios, y aunque se reportan varias respuestas, la pérdida o incapacidad visual ha encabezado varias opiniones, ya que representa un impacto profundo en la calidad de vida e independencia de las personas. Una buena parte de las enfermedades que pueden producir algún grado de ceguera afectan la retina, un tejido que se encuentra en la parte posterior del globo ocular y consta de dos capas: la superficial, denominada epitelio pigmentario retiniano, y la interna, denominada membrana limitante interna. La principal función de la retina es convertir los estímulos luminosos (fotones) en señales eléctricas, que posteriormente, a través de diversas estructuras, llegarán al lóbulo occipital del cerebro, donde se interpretan las imágenes.

Sin mucha rigurosidad, podríamos agrupar las enfermedades oculares que producen algún grado de ceguera de dos formas: hereditarias y adquiridas. Dentro del grupo de las hereditarias, podríamos encontrar:

  • Retinitis pigmentosa: Comienza generalmente en la niñez con la pérdida de la visión nocturna y la visión periférica (incapacidad o dificultad para ver con el rabillo del ojo), hasta llegar a un punto donde solo les queda un poco de la visión central. Además, las personas manifiestan una alta sensibilidad a la luz e incapacidad para distinguir colores.
  • Amaurosis congénita de Leber (LCA): Aparece en la infancia con movimientos oculares involuntarios, mala respuesta pupilar a la luz, córnea en forma de cono y muy delgada, además de frotarse los ojos de manera profusa y extraña (presionando para después frotar).
  • Retinosquisis ligada al cromosoma X: Se caracteriza por la disminución de la visión que no mejora con anteojos, llegando a ser detectada en la infancia cuando comienza el aprendizaje de la lectura. Los síntomas incluyen hipersensibilidad a la luz, movimientos oculares involuntarios y dificultad para ver de cerca.

Dentro del grupo de las adquiridas, serían un buen ejemplo:

  • Degeneración macular: Asociada a la edad, es la causa más común de ceguera en los países desarrollados. Afecta principalmente a personas mayores de 60 años. Se manifiesta a menudo con visión borrosa central que aumenta conforme la enfermedad avanza, dificultades para distinguir colores, así como relieves y otros detalles en los objetos.
  • Retinopatía diabética: Secundaria al desarrollo de diabetes mellitus, causada por complicaciones microvasculares. En sus primeros estadios no genera síntomas; sin embargo, comienza a manifestarse con manchas oscuras que flotan en la vista, visión variable, visión borrosa, zonas de la visión vacías y pérdida de la visión.

Imagen. Resumen sobre la vía visual, sus componentes anatómicos y las capas de la retina. Creada a través de https://www.biorender.com/

La terapia génica contra las enfermedades oculares

En los últimos años gracias a los avances más recientes en farmacología, así como a la tecnología de edición genética llamada CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas), se han creado nuevas alternativas terapéuticas para enfermedades relacionadas con la ceguera. Esto se debe a que el ojo tiene características que lo hacen idóneo para la terapia génica, dentro de las cuales podemos destacar:

Accesibilidad: Administrar el tratamiento resulta sencillo, ya que no requiere procedimientos invasivos en los que se tenga que anestesiar completamente a la persona. A su vez, es un órgano muy compacto, y sus diferentes estructuras se encuentran muy cerca una de la otra.

Aislamiento: Dada la complejidad de las estructuras oculares, este órgano es único en cuanto a respuestas de defensa, también llamada respuesta inmune. Los científicos lo han denominado “privilegio inmunitario ocular”, lo que lo convierte en un órgano idóneo para la terapia génica, ya que tiene un bajo porcentaje de rechazo.

Monitoreo: No solo se caracteriza por una gran accesibilidad, sino que su estado de salud, así como sus estructuras, son relativamente fáciles de evaluar (siempre y cuando el evaluado esté calificado).

Según un artículo publicado en la prestigiosa revista científica Nature, hasta enero de 2025 había varios ensayos clínicos muy prometedores, en fases avanzadas, de los cuales te hacemos una breve reseña y descripción:

Luxturna

Aprobación: En 2017, Luxturna se convirtió en la primera terapia génica aprobada para tratar la retinosis pigmentaria causada por mutaciones en el gen RPE65.

Impacto: Aunque solo beneficia a un pequeño subgrupo de pacientes, marcó un hito en el campo de las terapias génicas.

Atsena Therapeutics

ATSN-101: Enfocada en la amaurosis congénita de Leber causada por mutaciones en el gen GUCY2D. En ensayos clínicos, algunas personas experimentaron mejoras de hasta 10,000 veces en su visión.

ATSN-201: Diseñada para combatir la retinosquisis ligada al cromosoma X. Se espera que su diseño peculiar, así como su administración, pueda propagarse hasta la parte central de la retina.

Ocugen

OCU400: Es una terapia centrada en tratar múltiples formas de retinosis pigmentaria, a través de estabilizar y evitar la degeneración de las células encargadas de transformar las señales lumínicas (fotorreceptores) en señales eléctricas.

Regenxbio

ABBV-RGX-314: El principal actor en la retinopatía diabética es la sobreproducción del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), cuyo efecto es provocar el crecimiento de vasos sanguíneos anormales y con fugas, causando daños irreparables en la retina. Hoy en día, existen tratamientos como los inhibidores de VEGF; sin embargo, su costo es elevado y el tratamiento, por su periodicidad, se vuelve engorroso. En lugar de inyecciones mensuales de anti-VEGF, esta terapia génica introduce un gen que produce un anticuerpo para neutralizar el VEGF de manera continua, que por lo regular se aplica una sola vez, lo que supone una ventaja.

Aún hay desafíos

Existen diversas razones por las cuales su efectividad o aplicación puede disminuir o comprometerse. Se estima que solo en la retina  interviene el 10% de los genes totales, aunado a ello existen enfermedades donde un padecimiento determinado puede ser causado por más de un gen, a esto los investigadores le llaman: heterogeneidad genética. Por otra parte los costos de las terapias y la necesidad de mayor investigación podrían presentarse como dificultades.

Sin embargo, el futuro es prometedor. Con técnicas como la edición genética CRISPR-Cas9 y el desarrollo de nuevos vectores virales (encargados de acarrear los genes de la terapia génica al sitio de acción), las terapias génicas podrían convertirse en la norma para tratar enfermedades oculares.

Este artículo tomo como principal referente la publicación: “Gene therapy targets the retina to treat eye disease” publicado en la revista nature y cuyo link se encuentra en nuestra sección de artículos relacionados.

Desde La Ciencia De Tus Ojos manifestamos que ninguno de nuestros contenidos tiene la intención de ofender o señalar a nadie, así mismo le exhortamos a acudir con especialistas del área de la salud si usted tiene algún molestia o enfermedad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.